domingo, 10 de abril de 2011

La meta de un deseo

Con frecuencia solemos decir: "Desearía que..." y sólo es algo que decimos al azar, convencidos que sólo quedará en un anhelo bien intencionado. Sin embargo, y quienes me conocen lo saben, suelo luchar mucho por lograr metas. Así comenzó a gestarse en mí: EL GRAN DESEO.
¿Cuán difícil podría ser? Como siempre en nuestras vidas todos necesitamos de todos, y sabía que en el cumplimiento de este deseo, mucho más.
En mi querido publito tengo muchos seres queridos, entrañables y muy, muy dificiles de olvidar, y entre ellos un ser que me honra con su amistad y cariño, algo que también debo agradecer a mis ángeles tutelares, mis padres. Esa persona se llama Adela. Un ser tan especial, por supuesto, tiene una familia que también lo es. Y a ellos me acerqué para contarles mi gran deseo.
¿Cómo se hace para volver después de veintinueve años a ese lugar en el que viví mi infancia y adolescencia? ¿Me recordarían como yo a ellos? Sí, deseaba, necesitaba volver y presentar allí mi libro. Ese era, ese es el lugar, porque allí están la mayoría de los protagonistas de los relatos. El barrio, el publito, es el mayor protagonista, ¿cómo podía estar lejos del libro que contaba su historia?
Y así fue cómo con la iniciativa de Adela, Adelita Spina, la maquinaria se puso en marcha y detrás de ella mucha gente colaboró para que mi deseo se hiciera realidad: el libro se presentaría en "el publito".
El día: el 25 de marzo de 2011. Pero contarles eso es para otro encuentro. Espérenme, conocerán una historia que pocas veces podría llegar a repetirse como experiencia de vida.

1 comentario:

  1. PARA NOSOTROS Y CUANDO DIGO NOSOTROS ES LA FAMILIA SPINA, FUE UN DIA MUY ESPECIAL TAMBIEN, POR QUE YA SABES EL CARIÑO QUE TE TENEMOS, LA GENTE ESTA MUY CONTENTA DE HABER VUELTO A VIVIR AUNQUE SE UN RATO EPOCAS FELICES DE NUESTRO PUEBLITO.
    GUSTAVO

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