domingo, 27 de diciembre de 2015

Tiempos de supervivencia



     Ante épocas de incertidumbre en las que el hombre se pregunta ¿qué vendrá? . No cabe el pensamiento de quedarse estático, de quedarse esperando que la respuesta a esta pregunta llegue a nosotros. Son momentos en los cuales debemos actuar buscando la respuesta.
        Con seguridad la respuesta está en nosotros, en nuestro interior. Sólo debemos detenernos a ver el accionar a nuestro alrededor de aquellos que nos llevaron a la incetidumbre, y comprobar que ya sabíamos qué nos esperaría si nos hubieses tomado el trabajo de pensar y recordar.
         El "saber" ya estaba dentro nuestro. Si no lo supimos ver con anterioridad, no significa que ahora debamos lamentarnos por el porvenir, porque eso nos llevará a más dolores, a más angustias y a más desazón.
          Ante la adversidad debemos plantarnos con aplomo, no con mancedumbre, y pensar ¿qué puedo hacer ahora? "Me han engañado y ya no puedo hacer nada": es una frase que debemos erradicar. Quienes dirigen los destinos de un pueblo son nuestros representantes, no nuestros dueños y está en nosotros recordárselos.
          Desde la antigüedad las plazas han sido lugar de reunión, en la que los pueblos se han manifestado en su conformidad o disconformidad con sus gobiernos. Está en nosotros el ser mansos y dejarnos arrastrar o defendernos del modo en que podemos: manifestando nuestra oposición ante quieres ejercen un poder que hemos otorgado.
         La memoria, la historia, nos habla de ejemplos maravillosos de pueblos expresando su descontento y llegando a través de ello al logro de sus deseos. Está en nosotros ser idiotas útiles o ciudadanos que ejercen su derecho a detener injusticias.

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