Cuesta creer que hoy murió Eduardo Galeano. Ese ser tan nuestro, tan cercano. Ese genio del pensamiento que nos atrapaba con sus trabajos y con su vida tan consecuente con sus ideales. Para quienes los compartimos leérlo o escucharlo hablar era sentir regocijo, sentirnos en casa, cómodos, en compañía de un amigo y decir, "¡qué increíble! dice todo lo que pienso pero él lo dice de una manera..."
Hoy siento que se murió un amigo. ¡Qué dolor Eduardo!. Era tan uruguayo como argentino pero sobre todo latinoamericano. Lo primero que leí suyo fue Las venas abiertas de América Latina. Me lo hizo descubrir mi viejo y a partir de ahí me hice una adicta de sus palabras escritas y habladas.
Se que nos dejas un legado infinito y que seguirás hablandonos a través de tus obras como ocurre con los grandes escritores pero hoy sólo puedo pensar en un verso de César Vallejo: "Hay golpes en la vida, tan fuertes...Yo no sé"
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