Vale la pena recordar por qué se conmemora el día Internacional del Trabajo, es decir el día de todos los trabajadores del mundo.
El 1 de mayo de 1886 un grupo de sindicalistas anarquistar fueron ejecutados por solicitar las ocho horas de trabajo fueron Los mártires de Chicago. Ese día iniciaron una huega de 80.000 trabajadores liderados por Albert Pearsons. Pronto el reclamo se extendió por Estados Unidos logrando que 400.000 obreros pararan en 5.000 huelgas simultáneas.
Luego vendría el ataque policial contra los manifestantes a las puertas de la empresa Mc. Kormik que no reconoció la victoria de los trabajadores.
En los días sucesivos murieron más trabajadores hasta que el día 4 una bomba estalló contra las fuerzas policiales en lo que se conoció como "el atentado de Haymarket".
El 21 de junio de ese mismo año dio comienzo el juicio contra 31 obreros acusados de haber sido los cabecillas del conflicto. Por supuesto todos fueron condenados: cinco a la muerte en la horca, uno a quince años de trabajos forzados y dos de ellos a cadena perpetua. A pesar de que la culpabilidad de los condenados nunca fue probada.
Me causó, como todos los años, verdadera emoción el ver la gran celebración que se hace en Cuba gracias a las conquistas sociales que los trabajadores han alcanzado en ese país. Ojalá algún día el pueblo argentino festeje de la misma manera valorando conquistas alcanzadas.
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