sábado, 9 de agosto de 2014

Contra natura

     La muerte de Néstor, hijo de un matrimonio amigo de mi madre, fue en mí una conmoción muy grande. Ellos corresponden a esos amigos que uno "hereda" pero que con el tiempo asume como propios. 
     Al enterarme de ese dolor por el que están atravesando sólo pude pensar: es contra todo lo natural que los padres tengan que enterrar a los hijos. No puede haber desgarramiento mayor.
     Fue al prender la televisión que recibí la noticia del accidente de Néstor y fue por el mismo medio que supe que Estela de Carlotto, la Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, había recuperado a su nieto después de 37 años.
     No sé por qué, inmediatamente relacioné las dos situaciones. Lo que le sucedió a la señora de Carlotto, al igual que a tantas madres y abuelas de desaparecidos también va contra lo que la vida nos determina como acorde a la naturaleza. También ella enterró a una hija y tuvo "enterrado" para su vida, al hijo de ésta. 
    Siento que ese nieto recuperado no sólo debe aprender a conocer su historia, su familia biológica, sino que esa familia debe también hacerlo con él y con su historia de los años que los separan.
    En ambos casos, la muerte de Néstor y la aparición del nieto desaparecido van contra natura. Por eso pido una oración por ellos, para que los padres de Néstor encuentren resignación y para que los familiares del nieto recuperado y él mismo puedan aceptar esta realidad que les tocó vivir y seguir adelante.
   

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